EL CARTEL SOÑADO: JOSELITO, JOSÉ TOMÁS Y TALAVANTE, JUNTOS EN PALOMAREJOS GOLF EN EL TORNEO “MEMORIAL JOAQUÍN RAMOS”

Talavera de la Reina, 25 de octubre de 2021.- Las tres grandes figuras de la historia de la Tauromaquia José Miguel Arroyo, ‘Joselito’, José Tomás y Alejandro Talavante, se han vuelto a dar cita por segundo año consecutivo en el campo talaverano de  Palomarejos Golf, para homenajear a Joaquín Ramos San Martín,  el gran profesional taurino fallecido en 2020, y tan ligado a la carrera de los tres extraordinarios toreros.

Con motivo del cumpleaños de Joaquín Ramos,  el Club de Golf recordó en su II Torneo Memorial, a uno de sus socios más queridos, reuniendo a una terna de ensueño para una tarde que hubiera firmado el propio apoderado.

Al elenco de toreros se unió el también matador de toros, José Luis Ramos, hermano del fallecido, así como el apoderado Enrique Martín Arranz y el ganadero Román Sorando entre otros.

Con una excelente participación en una mañana de sol y buen tiempo, los jugadores, en su mayoría amigos y conocidos del eterno Joaquín Ramos, pudieron disfrutar de una excelente mañana de golf, de una comida de hermandad, y de la posterior entrega de premios y regalos que fue conducida por el comunicador Jesús Olmedo, organizador del Torneo junto a Beatriz Hesse, directora de Palomarejos, ambos ligados muy estrechamente a Joaquín y su familia desde hace muchos años.

JOSÉ MIGUEL ARROYO “JOSELITO”

Joselito tiene mucho de Joaquín y viceversa. Su maestro eterno, su fidelidad de siempre. Duda quien les dice si Joselito se ajoaquinó o fue Joaquín quien se ajoselitó, pero lo cierto es que Ramos vivía para Joselito y José Miguel quería a Joaquín como a un hermano.

Por eso al maestro madrileño, que vive desde hace décadas en Talavera de la Reina, se le humedecen esos ojos castaños que han visto tanta vida pasar por delante cuando se nombra a ‘su’ Joaquín.

Con seriedad, profesionalidad y elegancia supo estar siempre en el sitio y hacerse con su puesto como mozo de espadas de un torero que “venía de vuelta” de los anteriores profesionales que se ocuparon de ser su sombra.

Joselito conoció a Joaquín en el hospital Nuestra Señora de Loreto donde su hermano José Luis se recuperaba de la cornada con la que un toro le había partido el pecho en Las Ventas en 1987. José Miguel también estaba corneado y se interesó por el estado del pequeño de los Ramos. Desde entonces sus carreras se unieron y Joaquín pasó a formar parte de la cuadrilla de Joselito durante toda la década de los 90 y de su vida hasta el final.

JOSÉ TOMÁS, GRAN AFICIONADO AL GOLF Y A PALOMAREJOS

José Tomás no dudó este domingo en volver a acudir a la llamada de la bailaora Carmen Sánchez, viuda de Joaquín Ramos, y de su hija Triana Ramos, para disputar una entretenida jornada de golf en el campo talaverano junto a su hermano Marcelo, obteniendo una notable tarjeta de juego tras completar el recorrido de 18 hoyos.

Si Belmonte dijo aquello de “se torea como se es”, en el caso del diestro de Galapagar “juega al golf como torea”, es decir, ganando terreno al campo, sobreponiéndose a los malos golpes, cogiendo el drive como quien empuña un estoque, con firmeza pero con delicadeza, con violencia mortal pero con cariño paternal, siendo siempre ejemplo y manantial del que otros beben y muchos disfrutamos.

Toda una lección de humildad y humanidad, que son la marca del torero, que no dudó en recorrer el largo trecho entre su Estepona residencial para llegar, jugar, emocionar (y luego volver) en la Talavera que fue elegida por Joaquín Ramos para vivir y ser punto original de sus innumerables viajes para ver los toros que habría de matar José Tomás. Como los de aquella memorable mañana de Nimes en la que José Tomás lidió seis toros de distintas ganaderías y sirvieron los seis incluso indultó a ‘Ingrato’. José Tomás cortó 11 orejas y un rabo simbólico de aquellos toros que eligió el mejor veedor.

TALAVANTE, APODERADO POR JOSELITO Y JOAQUÍN RAMOS

Cerraba el cartel de no hay billetes Alejandro Talavante, fiel, serio, respetuoso, agradecido, leal, comprometido para no faltar a este brindis al cielo.

Tras completar su hoja de servicios como mozo de espadas a las órdenes de José Tomás, Joaquín nunca más volvería a serlo. Dio el salto hacia el apoderamiento y sobresalió como representante de ganaderías. Convertido ya en leyenda del campo bravo, en el gurú de las ganaderías, aceptó el reto de ser apoderado de Alejandro Talavante junto a su querido Joselito.

Talavante le expuso su concepto del toreo y Ramos le explicó el suyo. Coincidieron enseguida. La delicadeza, el desmayo, la cadencia, el ritmo, el acento, la capacidad de ser torero de manera diferente. El talavantismo encadiló a su apoderado que se volcó con el torero de Badajoz y dejó la sensación de ser, entre otras cosas, el último taurino decente.

Ahora es José Miguel Arroyo quien lleva las riendas de la carrera de Talavante, con la rabia de que su “hermano” Joaquín Ramos no pueda vivir este momento soñado: llevar e inspirar la carrera de la gran figura, y disfrutra los tres de la auténtico pasión que mueve sus vida y movió enteramente los 55 años de Don Joaquín Ramos San Martín, también y con todos los honores, una gran figura respetada en la Tauromaquia.