TRIANA RAMOS. LA HISTORIA DE UNA PASIÓN

El sueño se cumple. Triana, no se puede tener un nombre más flamenco, la talaverana que soñó con bailar, cumplirá su gran reto el próximo 3 de Abril, en el Teatro Cervantes de Málaga. Gran reto, por la responsabilidad, porque la bailaora nacida un día antes que acabara 1997, ya ha demostrado su valía, talento y arte, en escenarios muy respetados en el abanico del flamenco de España. Después de triunfar en la madrileña Casa Patas en 2018, en varias y apoteósicas actuaciones, Triana es llamada ahora para estrenar un espectáculo único, emotivo y sorprendente, y hacerlo en el malagueño Teatro Cervantes. Nada más y nada menos, que abrir el telón de la gala de apertura de la Bienal del Arte Flamenco en Málaga. En su Málaga, porque fue en la Costa del Sol donde Triana comenzó a ver bailar a su madre, Carmen Sánchez “La Chencha”, bailaora de grandes cuadros y espectáculos, y verdadera introductora en sus venas y en su alma, de la pasión por el baile y la danza.

Tras una infancia bailando, aprendiendo, formando y formándose, Triana se va a la ciudad del color especial, Sevilla. No es fácil entrar en la Fundación del Arte Flamenco Cristina Heeren, una peculiar institución pionera en otorgar al estudio de este arte una dimensión seria y con prestigio. Cristina Heeren es una señora de América apasionada por el flamenco, mecenas que con mucho dinero creó una fundación para su fomento y engrandecimiento, y donde Triana ha crecido enormemente al encontrar otra dimensión de su arte. Para eso están los maestros. Los que ha tenido. Como Milagros Menjíbar, Javier Barón, Rubén Olmo, El Choro, o José Galán entre otros. Pero antes, lo de formarse y beber en otros talentos, le llevaron también a ponerse en las manos de Carmen Ledesma, Maribel Gallardo o Antonio “El Pipa”.

Triana es Sevilla, es un doble sentido, porque Sevilla para la Triana de Talavera, ha sido y es mucho. Juan José Amador, un hombre excepcional en todos los sentidos, gitano de sangre flamenca, sevillano de grandes tablaos, el gran cantaor del baile, y al que he tenido el inmenso honor de conocer y aprender, coge los vuelos de Triana en Triana, y la lleva por los caminos del saber hacer y estar en esto tan difícil y complicado que es el baile. Amador ha acompañado a los más grandes del baile con su cante, ha dado ritmo y temple a Cristina Hoyos, a Farruco, a Antonio, a Manuela Carrasco y a Matilde Coral. Y ha dado ese arte de saber estar a Triana.

Toda esa Sevilla de aprender, y toda esa Talavera de luchar, tiene su recompensa si tienes el talento en las entrañas. La he visto crecer, también a su genio, todos los mortales lo tenemos, el bueno y el malo, pero no todos tienen el don de atraer y atrapar. De seducir. En Casa Patas, casi a oscuras, vi clarividente, junto a los que le dieron la vida, que en este arte, y en cualquier disciplina, los elegidos son los que no te dejan indiferente, los que no te hacen mirar pa un lao.

Este 3 de Abril, el telón de la vida se abrirá en el escenario donde se reúne lo mejor del Arte Flamenco del mundo. Y allí estará la niña de los ojos claros, arropada por El Extremeño y Segundo Falcón al cante,  acunada por las guitarras de Campallo, Camarón de Pitita y Manuel Amador, y templándola la voz del maestro Juan José Amador. A la fiesta se apuntan Antonio Canales como artista invitado, y la excelsa guitarra del genial Rafael Riqueni.

Y todo por un sueño, Por una pasión. Triana ha estado rodeada toda su vida de dos artes muy nuestros que no hay en ningún sitio, del baile y los toros. Ha crecido y se ha hecho mayor viendo bailar..y torear. Bailes y pases. Su padre conoce como nadie los entresijos del valor. Algo le ha inculcado a su hija. Por eso quizá su mejor obra, se hará carne un día de Abril en Málaga. Cuando el espectáculo de Triana se convierta en flamenco, y ponga en escena la conversación íntima entre un torero y un toro. Pero no un torero y un toro cualquiera. José Tomás, y Navegante. La vivencia en Aguascalientes donde estuvo a punto de perder la vida tras la cornada del segundo. Diálogo con Navegante. La imagen de una pasión. La tragedia y el valor llevado a escena. El título de un montaje que nadie hubiera pensado, y que ha salido de la casa de Triana. Porque el padre, eran las manos y la mente del torero por aquél entonces, y porque nadie tan cercano podría contarle a la bailaora lo que hubo de miedo, de sufrimiento, de esperanza y de libertad. Ahora, será ella la que exprese lo que pasó.

El estreno de la gala de la Bienal del Arte Flamenco de Málaga, este año tiene sabor a Talavera. Es un gran acontecimiento. Es como jugar un mundial. Y eso de que esté Talavera, se lo debemos a Triana. A su esfuerzo, a tantas horas, que me constan, a tantas lágrimas, a tanto arte, y a dos apellidos. Se puede guardar tanto arte en un Ramos y en un Sánchez.

Jesús Olmedo