LUTO Y ADIÓS A PEDRO TENORIO, EL PROFESOR Y POETA AMABLE

26 de abril 2021.-

Pedro Tenorio, el poeta amable, el profesor de la vida, el maestro de enseñar letras y literatura, ha fallecido en una tarde de frío abril, con la fina lluvia de testigo.
Pedro Tenorio Matanzo (Madrid 1953), fallecía este domingo 25 a los 68 años tras luchar en el hospital contra una enfermedad sin sentido que se está llevando a lo mejor de una gran generación.
Cuando su compañera de vida, su mujer Prado Garvín, que tantas veces desde el cariño ha consolado a otros, envió el mensaje “Pedro acaba de dejarnos físicamente…”, la incredulidad y la tristeza aparecen al mismo tiempo para consignar un desaliento más, un agobio en el alma por el adiós de un hombre afable y amable, correcto y comprometido.
Pedro Tenorio ejerció de profesor de Literatura Española desde 1979 en institutos de Talavera de la Reina y posteriormente en la Uned de la ciudad, desarrollando su faceta docente que tanto le agradaba.
Un hombre como Pedro, como bien escribe su vecino de pueblo Javi Rivas, deja huella. En sus docentes, a los que inculcó el amor a las letras y a la literatura para poder entender como nos va la vida. Huella en sus versos, sentidos, valientes hasta escribir por la muerte de lo que más quería. Huella en los que le disfrutaron como amigo y cómplice, porque se daba a la interesante conversación y a la amistad noble.
Pedro deja alumnos que le respetaron desde allá por los 80 hasta la Uned, deja compañeros que le quisieron y una buena prole de amigos que siempre recordarán como nosotros su leve pero amable sonrisa como saludo sano y fraterno.
Hoy su voz se calla, pero no se calla ni se apaga la luz, como ya escribiera “La luz se calla”, (2013). Esa es la grandeza de los que dejan plasmada en sus obras arte y talento. En el caso de PedroTenorio, siempre buscaremos sus huellas en los versos, con sus metáforas, en las páginas que nos ha dejado, cuando necesitemos respuestas.
Tenorio, más talaverano que madrileño, nos deja el sabor dulce de ser un buen tipo, excelente compañero, bien preparado y culto, sano y cercano, y leal a la amistad. Sin duda, una de esas figuras que dejan huella, para bien.